Confederación

Regalos

Amira, 20 de diciembre de 1981

Mis hijos, ustedes me llaman y yo vengo, ¿pero acaso no estoy siempre con ustedes? ¿Acaso mi paz no está en ustedes? Mi encarnación les es conocida y, sin embargo, buscan como si yo no estuviera aquí. Estoy siempre con ustedes y, sin embargo, no soy yo, ni todas aquellas cosas que digo, sino aquellas cosas que me fueron dadas por el Padre: que así sea con todos.


Tu Fuente

Hatonn, 17 de abril de 1983

¿Cuál es tu fuente? Esa es una pregunta central en tu búsqueda de la verdad. Pues aquello de lo que provienes ata aquello que eres. Si puedes imaginar un momento increíblemente lejano en el tiempo, como lo llamas, cuando tomaste toda la creación en tu mano y la lanzaste lejos de ti, entonces puedes imaginar el impulso que guía tu destino. Eres como una persona completa que permanece en quietud en el Creador, pero un fragmento de tu conciencia fue lanzado por cada uno, y ese fragmento de conciencia se ha convertido en ti mientras ahora te sientas en meditación.

El viaje ha sido largo. Has visto creaciones, planos, densidades y vidas, y a través de todo ello has estado bajo la influencia de esa fuerza de tu propio ser que te impulsa hacia el exterior y, al mismo tiempo, te llama a regresar a casa.

Mientras te sientas en meditación, partes de ese viaje se presentan ante ti. Colores, visiones y la sensación de velocidad llegan a este momento de paz. Este es el momento precioso de toda la creación. Este instante es el instante excelente, muy superior al pasado o al futuro, porque aquí yace tu corazón y descansa tu conciencia, y puedes recibir y dar el aliento de la creación: amor y luz. Al inhalar y exhalar, te llenas de nada más que luz, nada más que amor. Qué interesante que hayas dispuesto esta ilusión de tal manera que te sería imposible atravesar tu encarnación en este estado sin renunciar a la naturaleza, la naturaleza de tu cuerpo, tu mente y tus emociones.

¿Confías en ti mismo? Si lo haces, entonces debes saber que tuviste buenas razones para ocultarte a ti mismo la perfección de este momento. Hubo algunos aspectos que querías aprender mejor de lo que los conocías antes. Hubo partes del espectro de tu luz y tu amor que deseabas enfatizar y explorar. Al salir de la meditación, intenta mantener en mente que no cometiste ningún error al elegir las circunstancias y los aparentes accidentes de tu vida. Elegiste bien, cada uno de ustedes. Te diste alimento y te diste apetito. Te diste alimento mental, el alimento del intelecto y la mente, el alimento del análisis, la síntesis, el intento de conocer y comprender. Te diste alimento emocional, deseos de amor, experiencias de amor, experiencias de aparente carencia de esas emociones que necesitas. Querías captar tu propia atención y enfocarla. Querías hacer un punto o quizás varios puntos para ti mismo y hacia ti mismo.

No es solo el cuerpo físico el que necesita alimento. Hablando espiritualmente, consumes cantidades mucho mayores de experiencia y digieres mucho más de lo que jamás haces con el alimento terrenal. Porque es para el alimento de la mente, del corazón y del espíritu que realmente te has detenido aquí, un fragmento de luz, por un instante fugaz en un largo viaje sobre este orbe que llamas Tierra, para experimentar.

¿Y qué hay de tu futuro? Eres una parte eterna e imperecedera del Uno. Aunque en el Uno propiamente no existe pasado, presente ni futuro en los términos subjetivos de esta ilusión que ahora experimentas y que compartimos contigo, el tiempo transcurre y hay un futuro ante ti. Es un futuro en el que llamarás a ese fragmento de ti mismo de regreso a ti, a medida que las lecciones se comprendan y los puntos se completen. A medida que te experimentas a ti mismo en ti y con los demás, cada vez más serás atraído nuevamente hacia la fuente de la cual fuiste lanzado con una mano tan codiciosa y extravagante antes del principio del tiempo. Respira, entonces, la alegría de este momento y siente la relajación, el descanso y la paz que compartes con aquellos que habitan en la meditación como tú. Hay algunos que no están contigo. Y, sin embargo, porque se encuentran en la misma condición de experiencia, están juntos en gozo, juntos en paz. Tu tiempo pasará y algunos leerán estas palabras y luego se sentarán en meditación, y aun así podrás unirte a esa bendita compañía de todos aquellos que buscan y se sientan en el reluciente silencio de tu gozosa búsqueda.

Compartimos tu gozo y agradecemos a cada uno de ustedes por el gran privilegio de mezclar nuestra alegría con la suya. Que vuestros corazones sean ligeros como una cortina de gasa que se agita en la ventana con la brisa soleada, pues el viento está lleno de bendiciones y hay música entre los árboles.


El Velo

Hatonn, 6 de marzo de 1983

Ustedes existen dentro de una ilusión en la cual encuentran una porción de sí mismos aparentemente dividida de otra porción; es decir, su mente consciente no parece tener acceso directo a lo que podrían llamar su mente inconsciente. Esta, digamos, oscuridad del conocimiento, o velo, que separa una porción de sí mismos de otra, efectivamente hace posible que su elección consciente sea libre del gran panorama que la mente inconsciente puede proporcionar. Pues la mente inconsciente es su vínculo directo con toda la creación, y si sus recursos estuvieran plenamente disponibles para ustedes, no tendrían duda alguna acerca de la naturaleza de su ser, es decir, del Uno Creador.

La ventaja de no poder acceder fácilmente a este recurso es que las elecciones que hacen con su mente consciente mientras atraviesan su ilusión son elecciones que llevan mucho más peso en su totalidad del ser. La porción del Creador que reside dentro de ustedes recibe entonces una experiencia más intensa, variada y pura de lo que sería posible si descansaran en el estado bienaventurado de conocer su unidad con todo lo que la mente inconsciente puede proporcionar. Por lo tanto, a medida que se mueven a través de su ilusión, encontrarán que su capacidad para lograr el movimiento, la experiencia, el crecimiento y el aprendizaje de las lecciones del amor se ve potenciada por las elecciones que hacen.


El Tejido del Momento

Hatonn, 5 de junio de 1983

Ustedes son conscientes de que viven en una ilusión. Ven la ilusión hecha torpe y borrosa muchas veces durante una encarnación. Ven el hilo que sostiene el sombrero del ilusionista. Ven la paloma oculta en el bolsillo. De vez en cuando se les otorgan destellos de una realidad más fina y cuidadosamente afinada o, como preferimos llamarla, ilusión, pues no hay más que ilusión a partir de la cual crear su conciencia como la del Creador. Es simplemente una elección de qué ilusión desean seleccionar.

Una elección que afecta de manera central las elecciones posteriores es la elección de lo que se desea. Cuando las personas se vuelven conscientes de que viven en una ilusión, a menudo es una respuesta lógica desear experimentar aquello que no es ilusión. Es una respuesta ilógica —y una que no aprenderán escuchando nuestras palabras— asumir que al recibir este deseo encontrarán una felicidad constante e ininterrumpida, paz mental o tranquilidad. No les prometemos tal insensatez. Si desean paz mental, les urgimos a que regresen a dormir. Sin embargo, somos conscientes de que cada uno de ustedes ya ha elegido irrevocablemente despertar, conocer la ilusión por lo que es y elegir las experiencias que tendrá. Por supuesto que desean experimentar tranquilidad, paz mental y felicidad. Y así será. Pero cuando estas cosas son objetivos en sí mismos, reducen la velocidad con la que podrán desenredar aún más su ilusión hasta casi detenerse.

El que está en el camino experimentará cierta incomodidad, pues siempre existe la incomodidad del viaje. No tienen todo lo que tenían en su domicilio. No han empacado para toda posibilidad. Se encuentran desprevenidos, varados e incómodos porque se han puesto en riesgo frente a lo desconocido. Al buscar la verdad, la verdad siempre está más allá de la siguiente curva. La verdad escapa a la velocidad exacta a la que ustedes avanzan, de modo que siempre está delante, y siempre habrán aprendido más de lo que sabían antes, si se hacen responsables de lo que ya poseen.

Ahora volvamos a nuestros comentarios sobre el momento. Una decisión que ustedes puedan tomar y que afectará profundamente las muchas decisiones que habrán de tomar es la decisión de buscar el amor, no cualquier tipo de amor, ni ninguna descripción de amor; sino simplemente buscar el amor. Buscar el amor es buscar una de las distorsiones primarias del Creador Infinito. Buscar el amor es buscar la gran inteligencia que llena la conciencia energética del universo con propósito. Buscar el amor es buscar aquello que es omnipotente, omnipresente y más cercano a ustedes que cualquier cosa que alguna vez experimentarán o intentarán experimentar. La experiencia de encontrar ese amor es rara. Aun así, ese amor está tan cerca, tan próximo, tan transparente y tan poderoso que tomará su vida y la moverá con una aceleración cada vez mayor hacia la verdad. La razón de esto es que la gente espera que el amor signifique algo, una cosa física, una experiencia mental, un asalto emocional, una dulce paz, el gran “¡AJÁ!” de la filosofía. Sea lo que sea que la gente espere, no es lo que el amor es, porque el amor está en este momento y ha estado en cada momento que han experimentado en este día.

Mientras les hablamos, los momentos se suceden, innumerables, ilimitados, miles y miles de momentos. ¿Pueden extender la mano y captar siquiera el más diminuto momento lleno de amor? Ah, pueden sentir aquello de lo que hablamos porque se están sintonizando con el amor; están resonando con el amor; se están llenando de amor en este momento, y por ello se vuelven personas poderosas. Pero ahora es otro momento. Y cuando no están sentados en meditación, a menudo se encuentran en la situación de manifestar el amor que está en el momento.

Ahora entienden por qué insistimos en la meditación. Ahora pueden sentir el amor del momento, dejarse llevar por el impulso del viento del amor, ser arrastrados y abrumados, y estar plenamente en el momento. Hay quienes están en ese momento por un breve periodo de su tiempo, y hay quienes encuentran ese momento y no lo abandonan durante horas, semanas o años, según su manera de medir el tiempo.

Pero ustedes eligen salir de la meditación y continuar con su vida diaria. Ahora comprenden cómo la elección de lo que deciden buscar afecta a muchas otras decisiones en la experiencia de su vida. Si desean felicidad, paz o tranquilidad, muchos momentos deberán ser descartados. Si desean conocer el amor, que es el pensamiento, la palabra única o el primer pensamiento, el Logos del Creador Infinito, entonces estarán incómodos y responsables al mismo tiempo. Puede que intenten encontrar el amor en un momento que no les resulta intrínsecamente atractivo. Y esto ocurrirá una y otra vez porque estarán aprendiendo.

No les decimos que se vuelva más fácil; les decimos que se vuelve más emocionante, que las posibilidades de servicio a los demás crecen, que hay ciertas ventajas en declararse claramente en un universo lleno de inteligencia, porque existen muchas inteligencias bondadosas y amorosas que se unirán a ustedes mientras se deleitan en la unidad del amor de la Creación Una en su infinitud.


Las Palabras del Silencio

Hatonn, 11 de noviembre de 1975

Han escuchado muchas de nuestras palabras, y es como si apareciéramos ante ustedes como sastres, midiendo, cortando, detallando y analizando, intentando adaptarles el camino espiritual, usando nuestras herramientas y ensamblando todo de manera medida. Esto, por supuesto, es porque hemos usado estos canales y hemos usado palabras. En realidad, no somos sastres, y no hay medida. En realidad, nuestro mensaje es infinito, y no existe un patrón fijo para el progreso. Aquello que realmente tenemos para darles reside en el silencio. Encontramos que cada uno de ustedes es consciente de esto, y aun así las palabras son reconfortantes, por lo que estamos muy felices de hablar con ustedes.

Deben saber que, de muchas maneras, ya no dependen de estas palabras, pues llevan dentro de ustedes la capacidad de recibir pensamientos. Cada uno de ustedes ya no necesita el canal. Sin embargo, hay dentro de cada uno de ustedes algo que siempre desea soltarse por un momento y simplemente ser enseñado, ser guiado. Esto es adecuado, por lo que damos la bienvenida a la oportunidad de hablar.

Latwii, 6 de marzo de 1983

Vemos que hemos pasado del habla de lengua plateada al silencio dorado. Agradecemos a cada uno en este grupo por permitirnos hablar esta noche. Les recordamos que nuestras palabras son solo señales, con la esperanza de señalar el camino hacia una búsqueda interior que les proporcione los verdaderos tesoros de su ser. Tomen las palabras que decimos tan livianamente como el viento que sopla en su estación de primavera y avancen suavemente por el camino en paz. Dejamos este grupo en este momento, regocijándonos con ustedes en luz y amor, en paz y en poder. Les agradecemos, mis amigos. Nos conocen como Latwii. Adonai. Vasu. Borragus.