Eres un Canal
Latwii, 16 de febrero de 1986
Les recordamos, mis amigos, que cada uno de ustedes es un instrumento. Cada uno sirve al Único Creador de una manera muy similar al fenómeno del canal vocal, como ustedes lo llaman. Porque cada uno de ustedes, con sus propias habilidades, intereses y deseos únicos, toma ese don de amor que les pertenece cada día y lo transforma en una ofrenda que, en su superficie, parece ser simplemente otra rutina diaria de actividades. Sin embargo, desde las profundidades de su propio ser y desde alcances y recursos mucho más allá de lo que ustedes llaman su propia identidad, extraen la inspiración y motivación para tomar esa fuerza capacitadora que llaman amor y darle forma en cada pensamiento que piensan, en cada acción que completan y en cada palabra que pronuncian. Así, cada uno de ustedes, todos ustedes, articulan ese gran Pensamiento no expresado que habita, siempre presente y listo para servir como la base sobre la cual se apoyan, la paleta de la cual toman sus colores, el lienzo sobre el cual los colocan y la apreciación dentro de cada corazón y ojo que contempla su creación. Y así proporcionan glorificación del Uno que habita en todo.
La Naturaleza de las Cosas
Q’uo, 9 de febrero de 1986
Hablaremos con ustedes esta noche acerca del amor. Al principio no parecerá que estemos hablando del amor, porque lo que deseamos es contemplar con ojo claro lo que muchos entre sus pueblos llaman fenómenos. Los más evidentes de estos fenómenos son aquellos llamados artes de la astrología, el tarot y aquellos que trabajan dentro del estado de trance en trabajos a nivel interno, en contraposición al trabajo con aquellas influencias que son externas a su esfera planetaria.
No desearíamos desacreditar ni las artes mismas ni su realidad, si podemos usar ese término dentro de una ilusión. Las energías o vibraciones, muy similares a ondas sobre un estanque, que emanan de sus esferas giratorias —especialmente aquellas relativamente cercanas a ustedes mientras giran sobre su hogar insular— ingresan en la red energética planetaria en ciertos puntos que pueden ser calculados por aquellos con la inclinación y el tiempo para tal cálculo. Además, estas energías entrantes afectan a cada entidad del planeta de manera única. Por lo tanto, existe validez en la profecía mediante la astrología, y tampoco desearíamos negar cualquier otra forma de profecía de carácter personal que una entidad pueda considerar útil.
Sin embargo, nos gustaría examinar la situación en la que uno transmite información y otro la recibe. Quien da la información lo hace de varias maneras. Con esto queremos decir que no es necesariamente un signo de avance espiritual, como diría este instrumento, que alguien sea capaz de usar algún medio como la astrología o las cartas para sintonizar las emanaciones de la red energética planetaria tal como afectan a una entidad. Es, más bien, una indicación de que una entidad, a la que ustedes podrían llamar psíquica, ha trabajado en estas áreas en sus encarnaciones pasadas. No se consideraría, por ejemplo, que un pianista de clase mundial esté espiritualmente avanzado, aunque la profundidad de las emociones que tal artista pueda ofrecer a su audiencia pueda constituir una experiencia espiritual demasiado profunda para ser expresada con palabras. Tales talentos trascendentes son el resultado de más de una encarnación dedicada al desarrollo de esa característica particular.
“Fenómenos” es otra manera de decir “cosas”. Sería un argumento pobre debatir la posibilidad de que el avance espiritual dependa de las cosas. Les hablamos así porque nos preocupa notar que, dentro de la comunidad de quienes buscan, existe un énfasis en el conocimiento del futuro cercano, en el conocimiento del pasado antes del nacimiento; en otras palabras, en el conocimiento de cosas. La postura espiritual no puede depender de ninguna cosa. Creemos que es natural y cómodo para quien tiene el talento para algún tipo de fenómeno compartirlo con quienes lo solicitan. De esta manera, tal entidad está siendo de servicio según la mejor de sus capacidades. Pero vivir la vida de un buscador dependiendo de algo fuera de uno mismo es negar al propio ser la mayor oportunidad de aprendizaje que existe, y esa es la circunstancia no instruida y sin prejuicios. En otras palabras, sugerimos que es la reacción instantánea o la acción frente a las circunstancias donde reside la gran oportunidad para la evolución espiritual.
Veamos, entonces, no desde el punto de vista de quien recibe la profecía, sino de quien la genera. Cada uno ha generado material espiritual para el uso de otros buscadores. Cada uno, por lo tanto, ha realizado un fenómeno conocido como canalización. No necesitamos decirles que esto de ninguna manera distingue a un canal como espiritualmente avanzado debido a su habilidad para canalizar. Avancemos un poco más: ahora que hemos considerado tanto al que recibe la profecía como al que la genera, consideremos las cosas, los fenómenos, de la ilusión en la que habitan. Este instrumento ha dedicado una porción significativa de su preocupación intelectual durante las últimas veinticuatro horas, su día, considerando cuánto desea hacer algo que lo marque como alguien que se preocupa. Lo que este instrumento desea hacer es caminar por la causa de la paz durante muchos de sus meses, y decimos a este instrumento y a todos los que sienten que la gran búsqueda se debe tomar como un viaje literal, que ni esto ni cualquier otra cosa necesariamente hará que un individuo progrese espiritualmente o que se polarice de manera más favorable hacia el servicio a los demás o al servicio a sí mismo.
Para ser más extremo, se puede considerar a aquellos que dan todo lo que tienen a los pobres, volviéndose así pobres. También se puede considerar a un individuo que realiza un gran sacrificio para avanzar espiritualmente. Los fenómenos de su experiencia giran en torno a palabras tan insustanciales como poder, gloria, dinero, y demás, y debido a que los buscadores habitan dentro de una ilusión física de este tipo en la que se perciben las cosas externas, se ve el fruto pero no el originador o sembrador. No es sorprendente que los individuos deseen hacer cosas tanto para expresar como para fomentar la espiritualidad.
Les decimos que deben apartarse de las manifestaciones externas que llegan a sus sentidos, apartarse de su propia opinión sobre ustedes mismos, de su propio juicio sobre los frutos de sus labores espirituales y de toda profecía relacionada con su probable futuro y, en su lugar, unirse a la gran oscuridad del mar de misterio que rodea y expresa la puerta hacia el progreso espiritual. No pueden ver, oír, sentir, saborear ni oler nada en esta oscuridad. Ustedes están, por así decirlo, sin retroalimentación mientras avanzan por un camino estrecho porque solo tiene el ancho de sus pasos. No hay cosas que cargar. ¿Por qué creen que el camino espiritual es tan estrecho? Si necesitara ser más ancho, lo sería. Son sus pies metafísicos tocando la propia esencia de la realidad espiritual los que recorren el camino del buscador. No hay equipaje. No hay descanso. Y no hay vuelta atrás. Y así caminan en la oscuridad, cada uno reprendiéndose muchas veces por su falta de espiritualidad.
¡Cómo aman ustedes los fenómenos! Pero dentro de la oscuridad que es completa yace su corazón, latiendo sin sonido, captando esa luz mientras intensifican y profundizan su búsqueda hasta el punto en que su corazón interior, palpitante, se manifiesta como la estrella de la esperanza, el faro de la fe. ¿Pueden ver entonces? Pueden ver la estrella. En ese momento, eso es todo lo que pueden ver. No ilumina su camino, pero por su propia búsqueda han plantado aquello que no es cosa alguna, sino un símbolo de luz, la luz que brillará hasta que no haya oscuridad, la luz que está fuera del tiempo y del espacio. Paso tras paso caminan, iluminados por una estrella tenue pero muy real, una estrella encendida dentro de su corazón y en ningún otro lugar. Caminen con majestad. Caminen con humildad. Caminen con confianza, pues no están solos en esta oscuridad. No están solos en este camino, y no se engañan ni se equivocan al buscar la luz. Cuando van más allá de los fenómenos para tocar su propio corazón, es entonces cuando han puesto sus pies sobre el camino.
Sin este corazón, todas las acciones carecen de realidad espiritual; todos los frutos se marchitan bajo el implacable resplandor del sol espiritual. Comprendan, el fruto no se convierte en la planta que luego se convierte en semilla que será sembrada. Ese no es el camino del crecimiento. Y, sin embargo, sus pueblos tan a menudo consideran su sendero espiritual de manera justamente inversa: primero observan los frutos, se preguntan cómo organizarlos pidiendo fenómenos, y trabajan hacia atrás hasta llegar al corazón que siembra la semilla.
Qué tesoro son sus corazones cuando aman. Les suplico que amen. No importa que no amen perfectamente según su propio juicio. No importa que no amen todo el tiempo. Lo que importa es que reconozcan su estado interior de amor como la piedra angular de su existencia, de su búsqueda y de su destino. Porque este universo es una sola cosa y nada más: es amor, el amor creativo, el Uno y Original Pensamiento del amor. Es dentro de su corazón donde este amor se reproduce para que ustedes también se vuelvan creativos.
Y cuando ustedes sean Creadores, ¿qué crearán? No se preocupen, porque cada uno de ustedes ha planeado cuál será su servicio. Y se les ha otorgado la gracia suficiente para permitirles realizar lo que han planeado. ¿Qué es aquello que harán? Muchos sienten que no tienen valor espiritual porque todo lo que hacen es trabajar, amar a sus hijos y morir. Sin embargo, les decimos que bien pudieron haber preparado esto como su misión, como su lección, como su ofrenda de amor. Hay quienes han venido con misiones más grandes, más grandes en el sentido de que más entidades conocerán los frutos de sus labores particulares. Esto de ninguna manera distingue un amor de otro, ni un fruto de otro. En la medida en que cada fruto o manifestación participa en el amor, así mismo cada fruto es igual. Porque el amor ilimitado y la luz sin fronteras son todo lo que existe. Y ya sea que extiendan amor y luz a sus pequeños o a algún objeto más dramático, han amado, y el amor es todo lo que hay.
Les rogamos que mediten sin juzgarse a sí mismos ni a otros, que acepten los fenómenos tal como entran en su vida, que los utilicen y estén atentos a ellos. Pues es conveniente recibir las muchas señales que ustedes mismos se darán respecto a aquello que deben hacer, aquello que han planeado hacer. Les imploramos sinceramente que comprendan que este canalizar también es un fenómeno, que nuestras palabras son cosas. No podemos demostrarles nuestro amor, ni podemos expresarlo plenamente. Deben darse cuenta de que nuestras palabras no son más que sombras que se desplazan por el interior de su mente. Pueden carecer de valor para ustedes y, si es así, les pedimos que las desechen, que las dejen de lado y sigan adelante. Nuestro amor por ustedes es parte de nuestro camino espiritual. Su amor será suyo.
Que todo lo que sea verdadero y hermoso en tu mente y en tu corazón sea una bendición para ti. Que sueñes; que busques; que ames; y que sepas que no estás solo.
Demasiada Ropa
Yada, 20 de abril de 1986
Yo, Yada. Te saludo en el amor y la luz del Creador Infinito. Decimos “Está bien” a este instrumento sobre desafiar en el nombre de Cristo. Estamos tan solos esperando que alguien diga: “¿Vienes en el nombre de Zoroastro?” Él era un buen tipo, ¿sabes? ¿Por qué siempre el “¡Cristo, Cristo, Cristo!”? ¡Dios mío! “¡Cristo!” Sabes que hay muchos maestros, pero Una Fuente. ¿Por qué no desafías en nombre de la Fuente? Pero está bien. Continuamos con lo que tenemos que decir.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, A, B, C, D, E, tú, yo, tú, yo, tú, vos, yah, yah. ¿Está bien? Entiendes la idea. Este instrumento está diciendo tonterías, sin sentido alguno, pero a ella no le importa.
¿Por qué tan seria? ¿Por qué? Te preguntamos. Este instrumento ha sido entrenado, seriamente entrenado: sí, ella es muy seria, ya sabes, pero es un instrumento cuidadoso, así que podemos usarla como ejemplo, y lo hicimos. Este instrumento está dispuesta a hacerse la tonta porque eso es lo que le dimos para decir. No le importa que tenga sentido.
¿Por qué tan serios? Ustedes son las personas que llevan demasiada ropa puesta. Llevan cuatro abrigos, tres suéteres, dieciséis pantalones. ¿De qué se están protegiendo en esta búsqueda suya? Es bueno estar desnudo ante el amor. Eso es todo lo que tenemos que decirles. Sean tontos por amor. Hagan lo que les dicte el corazón. Y no miren atrás.
Nosotros, Yada, los dejamos en alegría y esperamos que puedan disfrutar de su búsqueda. Los dejamos en el amor y la luz del Uno Infinito. Adonai. Adonai.