Confederación

15 de Febrero de 1974

Yo soy Hatonn. Los saludo, mis amigos, en el amor y en la luz de nuestro infinito Creador. Es nuevamente un privilegio para mí estar con ustedes.

Hay cierta dificultad al usar a este instrumento, ya que es relativamente nuevo y aún no es diestro en recibir nuestros pensamientos.

Estamos ejerciendo más control en este momento porque así lo desea él. Quisiera hablarles en este momento sobre su desarrollo espiritual. Como lo hemos dicho muchas veces, es bueno que se reúnan en grupos como este, pues eso nos permite asistirlos.

Quizás les resulte difícil darse cuenta de cómo está progresando su desarrollo espiritual. Esto se debe a que dicho desarrollo no puede medirse, como dirían ustedes, de forma diaria. Es posible percibir el progreso de su desarrollo espiritual más fácilmente a lo largo de un período de meses.

Somos conscientes de la frustración que experimentan a veces aquellos de su gente que buscan una vida espiritual más elevada. Pero recuerden que se ha dicho que uno forja su espíritu—uno da sus mayores pasos espirituales durante estos tiempos. Vean sus frustraciones y dudas como pruebas espirituales. Véanse ante ellas como cosas que deben superarse. Es una paradoja muy interesante que estas grandes dificultades puedan traer recompensas tan grandes.

Intentaré usar a este instrumento.

Es difícil para las personas darse cuenta del gran regalo que representan estas frustraciones y dudas, así como también es difícil para muchos en su planeta comprender cuán grande es el regalo de poder experimentar el cambio vibracional que ocurre en su mundo. ¡Cuán grande es el don de poder servir a su prójimo!

Ha sido un privilegio para mí estar con ustedes en este momento. Los dejo en la luz del amor infinito de nuestro infinito Creador. Porque, como saben, esa es la única manera en la que podría dejarlos. Yo soy Hatonn. Adonai vasu borragus.