Una guía de conceptos

Gloria a ti

Q’uo: Parece extraño usar gloria como una palabra que describe la experiencia del peregrinaje. Los zapatos de uno están polvorientos por el camino y doloridos por las piedras del mismo; uno tiene dificultades, sedes, hambres y aun así sigue buscando. ¿Cómo puede ser esto glorioso? Sin embargo, si abres el corazón y pides un sentido de alabanza, agradecimiento, adoración y devoción al Creador infinito, de repente comprenderás la gloria, la gloria de todo lo que existe, la gloria del viaje, la gloria de su comienzo, su final y su progreso infinito.

Se te enseña a sentirte sin gloria; se te enseña a dudar de ti mismo, a estimarte muy humildemente y a actuar a la defensiva. El mayor bloqueo para una conciencia y un sentimiento de intensidad, pasión, gratitud y gloria es el enfoque que uno tiene en las distorsiones del comportamiento, lo cual no perdona la facultad del libre albedrío por sorprenderte con una variedad de sentimientos y estados mentales. No estás destinado a ser una persona perfecta. Estás destinado a ser un peregrino. Porque eres el principio activo del Uno infinito. Eres la intersección de la eternidad y el tiempo, de la realidad y la ilusión. Y en cualquier ilusión llega el momento en que esa ilusión se quiebra y la maravilla llega a uno.

Cuando uno se vuelve lo bastante silencioso como para cesar de hablar, rápidamente se vuelve consciente de la asombrosa y milagrosa maravilla y belleza de la creación. Toda esta belleza está dentro de ti, todo el Creador está dentro de ti, toda la creación está dentro de ti. Así que, cuando das gloria al Creador, das gloria a la parte más profunda de ti mismo y afirmas tu naturaleza última y lejana, afirmas que eres un hijo pródigo viajando por tierras extrañas, afrontando diversas experiencias y apuntando finalmente hacia el hogar.