Confederación

25 de Febrero de 1974 B

Soy Felipe. Soy Felipe de la Hermandad de los Siete Rayos. Estoy usando el control sobre este instrumento. Hablaré con ustedes esta noche en amor y luz. Les hablaré en breve mientras condiciono el instrumento. Por favor, tengan paciencia. Ahora estamos con el instrumento. Soy Felipe de la Hermandad de los Siete Rayos. Sí, mis amigos, estoy aquí con ustedes esta noche y soy consciente de su búsqueda. Es muy difícil amar en la sociedad que ustedes ahora disfrutan. Así que pasen mucho tiempo buscando, porque están constantemente confundidos y atraídos por problemas sin importancia. Sus vidas diarias están llenas de muchas dificultades. Y esto hace difícil para ustedes buscar al Padre a través de la meditación. Mis amigos, el Padre es infinito y en todo lo que hacen, en todo lo que ven y en todo lo que tocan no hay nada más que el Padre. Porque Él es y ustedes son. Él y ustedes son uno, y yo y ustedes somos uno, y todos somos uno, queridos. No hay nada más que el Padre y yo. Cuando atraviesen su vida diaria, conozcan esta verdad. Y demuéstrenla en todo lo que hagan. Porque esto, mis amigos, es lo que es la verdad. Esta es la verdad que buscan. Esta es la verdad que todos buscamos. Porque cuando sabemos esto, mis amigos, no hay nada más que conocer.

A lo largo de su planeta, mis amigos, hay muchas, muchas personas de muchas, muchas razas y cada una de ellas piensa muchas, muchas cosas. Pero deben verlas y deben conocerlas como una sola. Porque cada una de ellas es parte del Padre, como parte de ustedes. Y todo lo que es necesario para que se den cuenta de esto es abrir los ojos y ver. Porque el hombre en la Tierra tiene estos ojos, pero lo que ve es, en su mayoría, algo que él mismo diseñó para ver. El Padre, mis amigos, hizo la creación. Nosotros somos la creación. Nosotros somos el Padre. Todos somos uno. Es imposible ser otra cosa. No importa dónde estén, lo que piensen o lo que hagan, este hecho permanece: que ustedes y todos sus hermanos y hermanas a lo largo de toda esta creación infinita son un solo Ser vivo, grande. No solo hermanos y hermanas, sino toda la vida; y todos los árboles y flores y rocas y todo el follaje y todos los planetas y estrellas son parte de ese gran Ser único.

Y sin embargo, el hombre en la Tierra intenta separar, dividir y subdividir. Y esto no es la verdad. Y, sin embargo, no se da cuenta, pues aún se encuentra en un estado de ignorancia provocado por su propio pensamiento mal dirigido. Y, sin embargo, la verdad es sencillez en sí misma, y aun así él ha complicado tanto esta verdad que ha llegado a matar a sus semejantes en gran abundancia. Y ha generado tal odio hacia sus semejantes que, al hacerlo, ha generado este odio hacia sí mismo. Porque odiar a tus semejantes, mis amigos, es odiarte a ti mismo. Y al hacerlo, se ha traído sobre sí mismo un sufrimiento terrible, terrible. Porque, ¿qué podría ser peor que infligirse dolor y destrucción a uno mismo?

Y esto es lo que hace. Hay millones y millones y millones de planetas a lo largo de la creación. Y estos están habitados por millones y millones de personas. Personas como ustedes. Y, sin embargo, ellos no odian. No temen. No envidian. No muestran codicia. No juzgan. Porque, ¿cómo es posible hacer alguna de estas cosas si solo hay un ser? Porque al hacer cualquiera de estas cosas no es más que una herida autoinfligida. Yo y mi Padre somos uno. Estas palabras son verdaderas. Yo y mi Padre somos uno. Y cada uno de ustedes, al igual que todas las personas en toda la creación, es uno. Uno. Conozcan esto y solo esto, y sabrán lo suficiente. Pero conózcanlo, mis amigos. No lo piensen. No lo digan. No lo acepten. Conózcanlo. Porque cuando lo conocen, entonces conocerán el amor.

Ha sido un gran privilegio estar con ustedes esta noche. Estoy profundamente agradecido por esta oportunidad. Los dejo en amor. Porque no hay nada más. Que mi paz esté con ustedes.