Joshiah

1 de Septiembre de 2002

Expresamos nuestra gratitud por, una vez más, brindarnos esta oportunidad de entrar en su nivel vibracional y de interactuar y compartir con ustedes en su realidad. Ahora, les pediríamos, una vez más, si eligen expresar la intención de permitir un adelgazamiento aún mayor del velo, de modo que aquellas otras entidades que estarían con nosotros esta tarde también tengan la oportunidad de entrar en este espacio sagrado que ustedes han creado y compartir en esta oportunidad sagrada de interactuar con cada uno de ustedes. Como siempre, la elección es suya. Y si así lo eligen, les pediríamos un momento de silencio en el que ajustaríamos la energía dentro de este lugar para permitir que las otras entidades se reúnan y para afinar nuestra conexión con nuestro amigo (el canal).

Bien, ahora les agradecemos por ese momento y, una vez más, les agradecemos por permitirnos esta oportunidad y por brindarnos la ocasión de entrar en su nivel vibracional, de interactuar con cada uno de ustedes en su realidad, de compartir y de aprender de cada uno.

Ahora, como siempre, les recordamos que existe la oportunidad para que participen en lo que llamamos esa comunicación silenciosa. Hay entidades dentro de este espacio sagrado que ustedes han creado esta tarde que están muy ansiosas por tener la oportunidad de interactuar con ustedes telepáticamente, y solo necesitan expresar la intención. Han creado una situación en la que existe la energía que les ayudaría a alterar su conciencia para entrar en lo que podrían referirse como un estado meditativo. Y si deciden cerrar los ojos y expresar la intención, encontrarán muy fácil cambiar su conciencia y participar en esa comunicación silenciosa, en ese intercambio telepático de información con otras entidades que están con nosotros esta tarde, e incluso interactuar con nosotros mismos si ese es su deseo.

Como siempre, la información que reciben en ese intercambio telepático suele ser mucho más pertinente a sus deseos individuales que la información que expresamos a través de nuestro amigo. Así que les animamos, una vez más, que si eligen participar en esa comunicación silenciosa, simplemente cierren los ojos y expresen la intención, y encontrarán muy fácil cambiar su conciencia. Y, una vez más, esto es resultado de la energía que ustedes han creado dentro de este espacio sagrado, y no es, en verdad, el resultado de ningún otro individuo que exista fuera de su nivel vibracional y que de algún modo tenga la capacidad de alterar o influir en su realidad. Más bien, es su elección. Y al ser su elección, tienen la opción de participar o no, absolutamente.

Como siempre, damos información solo cuando ustedes expresan telepáticamente, por así decirlo, lo que desean escuchar. Como pueden ver, de ninguna manera decidimos nosotros el tema, sino que lo expresamos basándonos en lo que ustedes desean escuchar, y la información que damos es información que ustedes ya contienen dentro de sí mismos. Es información de la cual se esconden, sin duda, pero que, no obstante, poseen. Es información a la que acceden en muchas áreas de su conciencia, sin duda. Y nosotros venimos a ayudarles a traerla a su conciencia. Pero es su elección, es su información, y los temas también son su elección. Y esta tarde quisiéramos hablarles sobre las adicciones.

Verán, dentro de su sociedad existe esa terminología a la que se refieren como adicción, cuando alguien toma lo que comienza siendo un hábito y lo convierte en algo más que solo un hábito, lo convierte en lo que ustedes llaman una adicción. Lo convierte en un evento o una actividad que les resulta muy difícil, y a veces casi imposible, dejar de hacer, de detener ese proceso repetitivo, sea cual sea la actividad.

Dentro de su conciencia humana existen, básicamente, dos tipos de adicciones. Tienen una adicción mental y una adicción física. Muchas veces hay superposición, donde una actividad puede ser tanto mental como física, y puede generar tanto una adicción mental como física. Pero en la mayoría de los casos, es una o la otra. Aunque, sin duda, hay una actitud mental involucrada en cualquier tipo de adicción en la que estén participando o que parezca imposible de cambiar.

Antes de que una actividad se convierta en una adicción, primero se convierte en un hábito. Ustedes toman una decisión. Deciden involucrarse en una actividad o evento, cualquiera que sea aquello que desean hacer, y al principio puede ser por diversas razones. En su conciencia, pueden sentir que es simplemente porque desean experimentar, desean explorar.

Muchas de sus llamadas adicciones físicas se convierten en adicciones debido a esos sistemas de creencias que han sostenido en sus estados entre encarnaciones, y traen consigo una configuración física que percibe y fomenta esa adicción. Por ejemplo, hay entidades que son adictas a diversas drogas y que poseen un ADN físico que las hace susceptibles a lo que ustedes llaman adicciones. Y eso es una elección. Esa es una elección que muchas veces se toma en los estados entre encarnaciones. Y sus científicos pueden probar, sin lugar a dudas, que dentro de su constitución física existen diversas características en su ADN que, por así decirlo, preceden y predeterminan que efectivamente existe una susceptibilidad a volverse adicto a diversas drogas.

También hay individuos que existen durante su período encarnacional que se han vuelto adictos a diversas drogas basándose en elecciones, decisiones y sistemas de creencias que son alterados durante este estado particular de encarnación, si desean usar un marco temporal lineal. Las elecciones se hacen mientras están en lo que nosotros llamamos sus estados de sueño, para involucrarse en esa actividad por la razón que sea. Y presentaremos más adelante esta tarde la base de esas razones. Pero, sea cual sea la razón, estos individuos, en su tiempo de sueño, en realidad toman la decisión de participar en esa actividad y establecen, por así decirlo, esa misma alteración en su constitución física que los hace susceptibles a volverse adictos a la droga con la que están experimentando.

Así que es una elección. Es una elección que han hecho, ya sea conscientemente, en sus estados de sueño, o en sus estados entre encarnaciones, pero no deja de ser una elección. Y es una elección basada en un sistema de creencias. Absolutamente. Y, una vez más, de ese sistema de creencias surge la realidad que apoya ese sistema de creencias.

También existen adicciones que son adicciones mentales. Por ejemplo, hay individuos que pueden ser adictos a diversos tipos de juegos de azar. Y, una vez más, si sus científicos tuvieran la capacidad de estudiar la constitución física de esos individuos, encontrarían que efectivamente existen alteraciones en los propios químicos dentro de su ADN y en las masas cerebrales que fomentan y facilitan esa adicción. Una vez más, es una elección. Es una elección que puede tomarse en las distintas etapas, ya sea conscientemente, en su estado de sueño, o en sus estados entre encarnaciones. Pero, no obstante, es una elección y está basada en un sistema de creencias.

Muchas veces, cuando esa elección particular se hace durante este período encarnacional, es posible para sus científicos percibir los cambios que se producen a medida que uno se involucra en la actividad—una actividad que al principio se convierte en un hábito y luego sobrepasa ese estado de hábito y se convierte en lo que ustedes llaman una adicción.

Ahora bien, lo que ustedes llaman una adicción es una actividad que parece que no pueden detener, que parece estar fuera de su control, ya sea física o mental. Sin embargo, cuando la actividad parece superar la capacidad de uno para tomar la decisión de detenerse, entonces ustedes la llaman adicción.

Irónicamente, muchas personas pueden estar involucradas en un hábito que eligen continuar y no tienen absolutamente ningún deseo de dejar, y en ese punto es muy difícil sugerirles que están adictas. Cuando una persona elige continuar con una actividad en particular, entonces es difícil sugerir que se trata de una adicción si no tiene absolutamente ningún deseo de detenerse. Y sin embargo, si llegaran a tener ese deseo de parar, sugeriríamos que en muchos casos les resultaría muy difícil, y en ese sentido ustedes lo llamarían adicción. Así que hay una línea muy delgada entre lo que es un hábito y lo que es una adicción, entre lo que es una elección consciente libre y lo que es, en efecto, una elección que han hecho en sus estados alterados de conciencia y que les resulta difícil alterar o comprender mientras están en su estado consciente. Así que, existe esa línea muy delgada entre lo que es un hábito y lo que es una adicción. No obstante, siempre es una elección. Es una elección individual.

Una vez que han llegado a ese punto en la alteración de su constitución física —ya sea que haya ocurrido antes de entrar en este estado encarnacional o que hayan tomado las decisiones durante esta encarnación para involucrarse en una actividad particular que haya resultado en la alteración de su ADN, de su composición física y de su composición química— no importa: una vez que han llegado a ese estado, es muy difícil revertirlo. No imposible, pero sí difícil. Y la razón principal de esa dificultad es que, como conciencia humana, ustedes creen que no es posible alterar su constitución física. Lo hacen, y lo hacen con regularidad al entrar en estos estados, y lo hacen no solo con las adicciones; lo hacen en todas las demás áreas de su existencia, incluyendo las áreas de la salud física e incluso las áreas de la salud mental. No importa. Ustedes cambian su constitución física constantemente. Pero lo hacen aparentemente de forma subconsciente, y por eso, cuando ocurre que han hecho esa alteración a nivel subconsciente, tienden a aceptar que eso es posible. Pero revertirlo conscientemente, alterar conscientemente su realidad y su constitución física, bueno, eso ya es otra situación completamente distinta. Va en contra de lo que pueden probar científicamente, por así decirlo. Y se vuelve muy difícil. Se convierte en una de esas áreas en las que les cuesta crear esa realidad porque va en contra de los sistemas de creencias de su conciencia humana y de los sistemas de creencias sociales en los que han aceptado participar. Eso no significa que sea imposible. Solo significa que es difícil. Y es uno de esos sistemas de creencias que se refieren al individuo, así que incluso si es un sistema de creencias de la conciencia humana o de la sociedad, sigue siendo también un sistema de creencias individual, y por lo tanto es uno que pueden cambiar si así lo eligen.

Ahora bien, cuando tienen esa llamada adicción a una actividad física, primero deben comprender cuál es el sistema de creencias que ha dado lugar a que eso se convierta en una adicción —en que haya superado lo que era una actividad deseable, que se transformó en un hábito y luego en una adicción—, una actividad que desearían poder dejar pero no pueden. Es una actividad en la que desearían no tener que estar involucrados y, sin embargo, físicamente existe esa demanda de repetirla; si se basa en drogas, existe esa necesidad física de volver a introducir esa droga en su sistema para satisfacer esa necesidad corporal, que es absolutamente el resultado de una alteración del ADN dentro de su constitución física.

Entonces, para poder revertir ese proceso, primero deben comprender cuál es el sistema de creencias que llevaban consigo y que permitió que ocurriera esa evolución particular. Esa evolución en la que una actividad pasó de ser algo que hacían por placer, por ejemplo, a convertirse en un hábito y luego en una adicción, y que ya no les brinda placer. Absolutamente no. Muchas veces, lo que les brinda son todo tipo de sentimientos de inseguridad y de falta de autoestima. Y, irónicamente, esos mismos sentimientos que les provoca son la clave para alterar esa adicción en particular.

Verán, muchas veces encontrarán que son los individuos que parecen estar involucrados en los tipos de existencia más difíciles —desde su perspectiva— quienes son más susceptibles a las adicciones. Cuando alguien no experimenta ni siente ese valor propio que resulta del amor a uno mismo, puede volverse muy susceptible a involucrarse en actividades que crean realidades que refuerzan la creencia de que no son dignos, que refuerzan la creencia de que no tienen la capacidad de experimentar amor o amor propio. Y es ese sentimiento de falta de merecimiento, de falta de autoestima, de falta de amor hacia uno mismo, lo que les permite participar activamente en ese tipo de eventos que resultan en adicciones. Ya sea una adicción física o mental, realmente no importa. Principalmente, es debido a la falta de un sistema de creencias basado en el amor propio, en el merecimiento y en el valor personal.

Los individuos sienten que hay algo que falta en su realidad y experimentan. Experimentan en áreas que, según las creencias de su sociedad, saben que pueden resultar en adicciones. Sin embargo, experimentan de todos modos. Y no hay nada de malo en la experimentación. Es la razón por la cual crearon esta realidad. Y, irónicamente, hay individuos que comprenden quiénes son y qué son, que tienen ese sentimiento de valor propio y amor por sí mismos, y que pueden adentrarse en esas áreas de experimentación sin sentir en absoluto los resultados que ustedes llaman adicción. Tienen la capacidad de comprender que poseen el poder de controlar su realidad, y si así lo eligen, pueden participar en esas actividades sin volverse adictos. Y no tienen absolutamente ningún temor en su conciencia de que vayan a volverse adictos. Irónicamente, encontrarán que esos individuos, en la mayoría de los casos, no tienen ningún deseo de realizar ese tipo de experimentación.

Verán, muchas de sus llamadas drogas que alteran la mente y que crean adicción son simplemente sustancias que les ayudan a alterar su conciencia. Les quitan esta realidad. Y muchas veces son individuos que no están satisfechos con la realidad que están experimentando —y que no tienen absolutamente ningún concepto, a nivel consciente, de que ellos mismos están creando esa realidad— quienes experimentan con sus drogas alucinógenas, que les permiten escapar de esta realidad que creen está siendo creada por alguna otra entidad y de la cual no se sienten responsables. Estas sustancias les permiten entrar en un estado alterado de conciencia para no tener que experimentar conscientemente sus propias creaciones.

El problema con esa actividad en particular es que uno se involucra en una acción que va más allá de la experimentación, se convierte en un hábito y eventualmente en una adicción, y ya no se puede detener. Entonces, la adicción comienza a preceder al resto del proceso de creación de la realidad, y se empieza a crear una realidad aún menos deseable que aquella que no se quería experimentar en primer lugar. Y conscientemente se vuelve a una realidad incluso peor que la que se estaba creando antes.

E irónicamente, se continúa creando realidades que refuerzan el sistema de creencias de que toda esta experiencia en la Tierra no vale la pena ser vivida. Y entonces la adicción se refuerza, y el intento de entrar en esa ilusión se vuelve más deseable que el intento de permanecer conscientemente dentro de la realidad. Y la adicción se vuelve más fuerte, y la alteración de la propia constitución física se vuelve aún más drástica, y se hace más difícil deshacerse de la adicción. Uno comienza a perder aún más el sentido del propio valor. Uno incluso comienza a perder todo sentido del amor y del amor propio. Y la adicción se vuelve más fuerte que nunca porque, una vez más, una de las razones principales por las que un individuo se involucra en una actividad que resulta en adicción es porque ese individuo carece de amor propio y de sentido de valor personal.

Entonces, la clave para alterar las adicciones, ya sean mentales o físicas, es comenzar a incrementar los sentimientos de amor propio. Comenzar a trabajar en lo que están haciendo para generar diversas emociones dentro de sí mismos, de modo que puedan reforzar ese sentimiento de amor por uno mismo. Cuando comienzan a experimentar el amor propio, entonces empiezan a experimentar el valor personal y el merecimiento, y adquieren la capacidad de comenzar a poner fin a la adicción.

Aquellos individuos que comprenden que crean su realidad y que entienden el proceso de creación a través del amor propio y del valor personal, y que desean tener ese tipo de experimentación, pueden hacerlo. Y lo hacen muchas veces con total facilidad, sin ningún temor a la adicción, sin ninguna necesidad de que se convierta en una actividad que genere hábito para ayudarlos a crear una realidad ilusoria, porque comprenden que la realidad que experimentan en su estado consciente es ilusoria. Y también tienen la capacidad, la mayoría de ellos, de alterar su conciencia.

Verán, es bastante irónico que aquellos individuos que usan drogas alucinógenas, drogas que alteran la mente, intenten entrar en un estado alterado de conciencia. Un estado de conciencia que cada uno de ustedes tiene la capacidad de alcanzar sin el uso de ningún tipo de sustancia química.

Cada uno de ustedes tiene dentro de sí la capacidad de alterar su conciencia. Tienen la capacidad de utilizar diversas técnicas o métodos para entrar en lo que llaman un estado meditativo, en un estado alterado de conciencia, y en ese estado experimentar realidades mucho más amplias y vívidas que las que experimentan quienes alteran su conciencia mediante el uso de sustancias químicas. Pueden, al entrar en ese estado meditativo, crear todo tipo de realidades que pueden parecer ilusorias y tienen la capacidad de controlarlas, de retener la memoria de esas interacciones y de traerlas de vuelta a su conciencia, y hacerlo sin alterar la constitución física de su cuerpo. Hacerlo sin experimentar los efectos secundarios del uso de químicos, y uno de esos efectos secundarios es la adicción.

Entonces, tienen adicciones que están basadas en sistemas de creencias, absolutamente. Están basadas en sistemas de creencias que muchos de ustedes trajeron a este período de encarnación o, una vez más, hicieron la elección—ya sea en su estado de sueño o, para algunos, en un estado muy consciente—de alterar su realidad al punto de alterar realmente su constitución física, lo que los hace susceptibles a lo que ustedes llaman adicciones, sean mentales o físicas. Y, nuevamente, muchas de esas adicciones pueden realmente ser observadas y comprobadas mediante el estudio de su ADN, a través de lo que ustedes llaman pruebas científicas, por así decirlo.

Ahora bien, también es bastante irónico que muchas de esas alteraciones en su ADN, en la composición química de su cuerpo, sean el resultado de su alimentación. Por lo tanto, si ustedes eligen probar que existen influencias que están creando su realidad, pueden alterar su dieta hasta el punto de modificar su constitución física, alterar los químicos dentro de su cuerpo que resultan en su susceptibilidad a las adicciones, absolutamente. Y si creen en eso y siguen esa línea de pensamiento, entonces se vuelve absolutamente posible, una vez más, revertir su proceso dietético con el fin de ayudarlos a alterar su susceptibilidad a las adicciones a diversas actividades o sustancias. Sin embargo, uno de los problemas con ese tipo de alteración es que no han cambiado necesariamente sus sentimientos de autoestima. No han cambiado sus sentimientos de amor propio. Y si fueran a revertir nuevamente el proceso dietético, volverían a ser susceptibles a esa actividad o sustancia que puede derivar en adicción.

Verás, algunos individuos tienen la misma llamada “mala alimentación” y, sin embargo, no perciben ningún tipo de susceptibilidad a adicciones, sustancias o actividades. Son individuos que mantienen la creencia de que su dieta los sustentará, que creen que son valiosos, que creen en el amor propio y en que merecen, y no creen que necesiten ninguna sustancia o actividad que de algún modo altere su percepción de la realidad, sino que entienden que, si no les gusta su realidad, pueden cambiarla. No necesitan escapar de ella. No necesitan sustancias. No necesitan actividades que bloqueen su actividad mental dentro del estado de conciencia en la realidad que están creando. Aceptan su capacidad de responder y toman decisiones para hacerlo de forma tal que entienden que son los creadores de su realidad. Entienden que tienen la capacidad de amarse a sí mismos, que el Dios que buscan existe dentro de ellos. Es lo que son. Y por lo tanto, la dieta con la que viven no tiene la misma influencia ni el mismo efecto que tiene sobre otro individuo que cree que no es digno, que cree que debe tener la dieta absolutamente correcta o será susceptible a esas actividades o sustancias. Y, de forma irónica, una vez más, la constitución física entre los dos individuos será científicamente medible. Será diferente. Y es como resultado de los sistemas de creencias.

Ahora bien, una vez más, muchas veces esos sistemas de creencias son sistemas que se traen desde el estado entre encarnaciones. Sistemas de creencias que se sostienen activamente mientras estás en tu estado de sueño, y se mantienen así por elección, para crear la realidad que deseas. Verás, si deseas existir en una realidad en la que no te sientes digno, en una realidad en la que eres susceptible a ciertas actividades o sustancias, entonces puedes, absolutamente, crear una realidad que respalde ese sistema de creencias. No solo puedes crear esa realidad, sino que, con toda certeza, la crearás. Es tu elección. No existe absolutamente ningún individuo involucrado en lo que ustedes llaman una adicción que haya llegado allí de otra forma que no sea por elección.

Puedes sugerir que fueron una víctima y puedes sugerir que se les administraron sustancias sin su conocimiento. No importa. Fue su elección. En algún nivel, tomaron la decisión de involucrarse en esa actividad. Ya sea para crear su realidad por defecto con el fin de probar que no tienen control, o tomaron conscientemente la decisión porque no están satisfechos con la realidad que están experimentando. Así que desean experimentar con todo tipo de otras realidades, y en esa experimentación no aceptan la responsabilidad por la realidad que están creando, sino que más bien sienten que otros u otras sustancias tienen la capacidad de controlarlos a ellos y a su realidad. Y, en cierto sentido, una vez más, renuncian a su poder a través de sus elecciones. Y crean por defecto. Pero, no obstante, es su elección.

Así que, poner fin a las adicciones es una elección. Puedes, si lo deseas, culpar de tus adicciones a cualquiera de los distintos niveles de conciencia. Por ejemplo, puedes sugerir que las trajiste de otras encarnaciones, o puedes sugerir que lo hiciste mientras estabas en tu estado de sueño, o puedes sugerir que es una elección consciente que has hecho. No importa. Puedes tomar la decisión consciente de terminar con la adicción.

Verás, en todos tus periodos de encarnación, aunque sí tienen un efecto sobre todos tus otros periodos de encarnación, eso no significa que no tengas libre albedrío. No significa que no tengas la opción de alterar esta experiencia particular en la que estás involucrado en este momento, si deseas usar, una vez más, un marco temporal lineal. Todo existe en el ahora. Y puedes elegir conscientemente, si lo deseas, poner fin a cualquier adicción en la que estés involucrado, absolutamente. Y comienza creyendo, ante todo, que tú creas tu realidad y aceptando tu responsabilidad por esa realidad, y luego comprendiendo que solo puedes crear desde el amor.

Incluso la realidad que está basada en una adicción solo se crea desde la posición del amor. Y cuando vuelves ese amor hacia tu interior, de modo que comienzas a amar quién y qué eres verdaderamente, entonces empiezas a experimentar ese valor, esa merecimiento que es necesario para que tomes la decisión de alterar tu propia constitución física y así poner fin a esa adicción. Y si deseas utilizar cualquier otro sistema de creencias que esté involucrado, no importa. Te sugerimos una y otra vez que las técnicas y los métodos pueden ser individuales. No importa. Lo que sea que funcione para ti, lo que creas que funcionará para crear la realidad que deseas, hazlo. Si lo crees, absolutamente funcionará.

Cuando crees que hay otras entidades que crean por ti, y cuando crees que hay sustancias sobre las que no tienes control, aún así creas tu realidad, absolutamente, solo que lo haces por defecto. Así que una de las claves, una vez más, es aceptar que tú creas tu realidad, aceptar que eres esa parte de Dios, esa parte del Uno, esa chispa de conciencia que tiene la capacidad de crear. Y cuando aceptas eso, y aceptas que solo puedes crear desde una posición de amor, entonces comprendes que incluso esa adicción ha sido creada desde una posición de amor. Solo tienes que alterar esa expresión del amor y expresarla hacia ti mismo. Entiende que si no te gusta quién eres, tienes la capacidad de cambiarlo. Si hay varios aspectos dentro de tu carácter que no te gustan, cámbialos, absolutamente. Lo que sea necesario, lo que tú creas que es necesario para alterar tu sentimiento de autoestima y de amor propio.

Y cuando comienzas a experimentar ese sentimiento de autoestima y de amor propio, y tomas la decisión de poner fin a esa adicción, entonces se vuelve posible para ti alterar realmente la propia constitución física de tu ser, alterar tu propio ADN, de modo que esa adicción ya no exista, sino que simplemente pueda ser un evento en el que eliges no participar.

Verás, hay muchos dentro de tu sociedad que sienten que, si alguna vez han sido adictos a algo, entonces siempre serán adictos a esa actividad o sustancia en particular, y que la única cura es no participar en esa actividad o no obtener ni consumir esa sustancia. Esas personas en particular siguen siendo adictas. Simplemente han tomado decisiones para no participar en esa actividad. Pero para los individuos que comprenden el valor propio, para los individuos que entienden el amor propio y aceptan la responsabilidad por su realidad, es posible poner fin a esa adicción por completo, alterar realmente su constitución física de tal manera que no tengan que preocuparse por si absorben accidentalmente esa sustancia y por tanto pierden el control sobre su ser físico. Absolutamente no. Ellos comprenden que tienen la capacidad de crear su realidad y que pueden alterar su constitución física, y que pueden alterar su ser físico, y que pueden alterar sus adicciones, absolutamente. Incluso si esas adicciones están basadas en un sistema de creencias que trajeron a este período encarnacional y que no parecen poder comprender del todo. No importa — no importa.

Cuando comienzas a creer en el amor propio, cuando empiezas a entender que tú creas tu realidad, cuando tomas la decisión de entrar en lo que nosotros llamamos la nueva era y la nueva energía, encontrarás que es posible traer a tu conciencia la comprensión de cuáles son los sistemas de creencias responsables de la realidad que estás experimentando, y podrás alterarlos.

Podemos aplicar esa filosofía en particular o esa comprensión en particular a cualquier experiencia en la que participes dentro de tu realidad, absolutamente —ya sea una que desees o una que no desees. Y esta tarde te hemos hablado sobre las adicciones y hemos usado la misma filosofía, solo que la hemos aplicado a un área relativamente estrecha de tu proceso de creación de realidad. Puedes aplicar esa comprensión a absolutamente todas las áreas de tu proceso de creación de realidad y crear lo que sea que desees.

Tú creas tu realidad, eres una parte de Dios, y no puedes fracasar. A través de esa comprensión puedes comenzar a experimentar el amor propio, y a través de esa experiencia de amor propio comienzas a irradiar valía y merecimiento, y comienzas a tomar las decisiones y elecciones que alteran o intensifican tu realidad, sea cual sea tu deseo. Y la adicción es una de las realidades que puedes alterar, si así lo deseas. Irónicamente, una vez más, hay muchas entidades involucradas en una actividad que algunos pueden referirse como una adicción, pero que para el individuo involucrado es una realidad absolutamente deseable de experimentar.

¿Crean esa realidad porque la desean, o la crean porque intentan escapar de la realidad que están experimentando? Y si están intentando escapar de su realidad, irónicamente, no están escapando en absoluto. Están creando una realidad que no desean, y pueden cambiarla, absolutamente. Cada uno de ustedes, cada uno, crea su realidad individualmente. Cada uno toma las decisiones. Cada uno sostiene los sistemas de creencias que irradian en cada interacción dentro de sus experiencias cotidianas. Cada uno de ustedes tiene la capacidad, a medida que continúa esta transferencia hacia la nueva era y la nueva energía, de traer a su conciencia la comprensión de cuál es ese sistema de creencias, para así poder cambiarlo si así lo desea. Y no importa, una vez más, qué área de su realidad desee cambiar, o desee reforzar. No importa. Es tu elección. Es tu realidad. Es tu imaginación. Puedes hacer lo que desees hacer.

Les recordamos que durante nuestro intermedio, la energía y las entidades que están dentro de este espacio sagrado no se van, y si eligen involucrarse en esa comunicación silenciosa, tienen, una vez más, solamente que expresar la intención. Pues les recordamos que no estamos separados por el tiempo ni el espacio, sino por un nivel vibratorio, y solo tienen que expresar la intención y estaremos con ustedes. Así que, si lo desean, regresaremos en uno o dos momentos. Hasta entonces, los dejamos con amor y con paz.