Llamando

▶ Escuchar

El llamado puede describirse como la solicitud de ayuda emitida por una entidad. Esta solicitud no necesita ser verbalizada ni siquiera formulada conscientemente en pensamiento. Un estado de necesidad, de dolor o de búsqueda puede constituir un llamado. Esto atrae la atención de aquellos que responden a tales llamados.

Los miembros de la Confederación de Planetas se ponen a disposición de cualquier entidad que solicite ayuda. También conocidos como los Hermanos y Hermanas del Dolor, acuden a este llamado de aflicción, siempre esperando el llamado o la solicitud, ya que han elegido operar únicamente dentro de los límites del libre albedrío. Si no existe tal llamado, no tienen la capacidad de brindar ayuda más allá de la emisión pasiva de amor/luz.

Los miembros del Imperio de Orión, en cambio, no esperan el llamado, sino que se llaman a sí mismos para ofrecer el servicio que desean brindar: la conquista y la enseñanza del servicio a uno mismo. En lugar de honrar el libre albedrío, lo infringirán siempre que les sea posible.

El adepto positivo puede emitir un llamado de manera consciente y, además, puede utilizar conjuros mágicos y rituales para buscar guía y apoyo orientados positivamente. Los adeptos negativos pueden invocar la fuerza oscura de forma polarizada en sentido opuesto.

Ra: El Único Ser de la creación es como un cuerpo, si aceptan esta analogía de tercera densidad. ¿Ignoraríamos un dolor en la pierna? ¿Un moretón en la piel? ¿Una herida que está supurando? No. No se puede ignorar un llamado. Nosotros, las entidades del dolor, elegimos como nuestro servicio el intento de sanar el sufrimiento, al que estamos comparando con los dolores de una distorsión en el complejo corporal físico.

Ra: Nosotros, de la Confederación, respondemos al llamado de aquellos en su planeta. Si el llamado, aunque sincero, tiene un nivel de conciencia relativamente bajo en cuanto al, digamos, sistema mediante el cual la evolución espiritual puede ser precipitada, entonces solo podemos ofrecer la información útil para ese llamado en particular. Esta es la dificultad fundamental. Las entidades reciben la información básica sobre el Pensamiento Original y los medios —es decir, la meditación y el servicio a los demás— mediante los cuales este Pensamiento Original puede ser alcanzado. \[…]

Una vez que esta información básica es recibida, no se pone en práctica en el corazón y en la experiencia de vida, sino que, en cambio, resuena dentro de las distorsiones del complejo mental como lo haría un bloque de construcción que ha perdido su lugar y simplemente rueda de un lado a otro sin propósito, aunque la entidad continúa llamando. Por lo tanto, la misma información básica se repite. Finalmente, la entidad decide que está cansada de esta información repetitiva. Sin embargo, si una entidad pone en práctica lo que se le ha dado, no encontrará repetición, salvo cuando sea necesaria.

El Llamado y el Efecto Ventana

Al comienzo del ciclo maestro de 75.000 años de la tercera densidad, los Guardianes impusieron una cuarentena alrededor del planeta. (Ver “Cuarentena” en esta guía). La cuarentena impide la interferencia de entidades externas, salvo en dos circunstancias: una, que el Consejo otorgue permiso para romper la cuarentena; o dos, que una entidad negativa aproveche el efecto ventana.

El efecto ventana es una apertura poco común en el campo de energía de la cuarentena que rodea el planeta. Si se descubre una de estas ventanas abiertas, las entidades negativas pueden aprovecharla e ingresar a la vibración planetaria. Aunque el momento en que la ventana se abre es impredecible para todos, excepto para la dimensión de la cual se origina, se abre de acuerdo con el equilibrio del libre albedrío. Como dice Ra:

Ra: En efecto, el equilibrio permite una cantidad igual de influencias positivas y negativas, equilibradas por las distorsiones del complejo mente/cuerpo/espíritu del complejo social. Así, en su esfera planetaria particular, se necesita menos información o estímulo negativo, como ustedes lo llamarían, que positivo, debido a la orientación algo negativa de la distorsión de su complejo social.

Este equilibrio del libre albedrío no significa que por cada, digamos, una unidad de energía positiva permitida, deba permitirse una unidad de energía negativa. Más bien, el mecanismo de equilibrio de esta ventana permite cantidades variables de influencia positiva y negativa, proporcionales a los deseos, distorsiones y orientación de aquellos que solicitan ayuda en la Tierra. Esto parece facilitar un campo de juego adecuado para hacer la Elección, donde (infiero) el grado de dificultad para polarizar es proporcional al grado de oposición que existe dentro de los deseos del colectivo. Nuestras elecciones tienen un peso metafísico precisamente por los desafíos o tentaciones que debemos superar con nuestra voluntad para poder realizarlas. El efecto ventana parece ayudar a preservar ese desafío.

Matemáticas del Llamado

Números

Un llamado opera de acuerdo con la Ley del Servicio, la cual eleva al cuadrado (o, quizás más exactamente, duplica secuencialmente) la fuerza de un llamado en proporción al número de entidades que llaman en conjunto, ya sea que ese grupo consista en dos personas o en todo un planeta. La fuerza del llamado aumenta dramáticamente cada vez que se añade una entidad al llamado. Esta fórmula determina el grado en que los seres de densidades superiores pueden responder a un llamado, si es que pueden hacerlo. Se describe de la siguiente manera:

Ra: El llamado comienza con uno. Este llamado es igual al infinito y no es, como ustedes dirían, contado. Es la piedra angular. Se añade el segundo llamado. El tercer llamado potencia o duplica al segundo, y así sucesivamente; cada llamado adicional duplica o concede poder a todos los llamados anteriores. Así, el llamado de muchos de sus pueblos es múltiple, poderosamente multiplicado, y se escucha abrumadoramente hasta los alcances infinitos de la Única Creación.

Por ejemplo, si 10 personas emiten un llamado de una naturaleza particular, entonces la Ley del Servicio “elevaría al cuadrado” este número y calcularía un resultado de “aproximadamente 1.012”. Esto es válido para el llamado, ya sea consciente o inconsciente, estén físicamente juntas o separadas, siempre que la naturaleza del llamado sea la misma.

En enero de 1981, aproximadamente 352.000 personas estaban en un estado de llamado a Ra; y aproximadamente 632.000.000 de personas estaban llamando por un servicio que cualquiera de los muchos miembros de la Confederación de Planetas podía cumplir. Cuando se aplica la Ley de la Duplicación a estos números, el cálculo resulta “aproximadamente sin sentido en el sentido finito, ya que hay muchos, muchos dígitos.” (107.522 dígitos, para ser precisos). Sin embargo, “constituye un gran llamado que nosotros, de toda la creación, sentimos y oímos como si nuestras propias entidades estuvieran distorsionadas hacia una gran y abrumadora tristeza. Exige nuestro servicio.”

Sin el poder de la duplicación, Ra no tendría la capacidad de responder a aquellos que están llamando a Ra en el planeta Tierra.

Integrando la Resistencia

Parte del funcionamiento del llamado que debe tenerse en cuenta es la resistencia al llamado. La fórmula de duplicación de la Ley del Servicio continúa más allá de la duplicación para establecer que el producto de dicha duplicación debe dividirse o integrarse con el libre albedrío de aquellos que no son conscientes de la unidad de la creación o que estarían en resistencia al llamado. El resultado de este paso final en el cálculo se considera el límite de la capacidad de servicio de los miembros de la Confederación.

Ra dijo que los dos factores que permitieron la visita de la Confederación y el compartir información con los atlantes incluyeron la ingenuidad de la Confederación y:

Ra: El llamado de un grupo de personas cuya cuadratura superó la resistencia integrada de aquellos que no estaban dispuestos a buscar o aprender.

En el caso especial de que un miembro de densidad superior de la Confederación venga abiertamente entre las personas de la Tierra, no calculan la posibilidad según el número de llamados, sino por un consenso dentro de toda una sociedad que se ha vuelto consciente de la conciencia infinita de todas las cosas. Esto ha sido posible en casos aislados a lo largo de la historia de la Tierra.