Una guía de conceptos

Puerta a la infinita inteligencia

El rayo índigo, cuando funciona como una puerta de acceso, se utiliza para contactar y acceder a la inteligencia infinita con el fin de canalizar energía inteligente. Ra también lo llama la “puerta al Creador.”

Aunque es posible abrir y trabajar a través de la puerta de acceso por un aparente accidente, hacerlo de manera confiable requiere la voluntad de servir, la voluntad de buscar, la facultad de la fe, la activación y el equilibrio estable de los centros de energía precedentes, un trabajo considerable en la disciplina de la personalidad y, para la entidad de orientación positiva, el trampolín del amor universal: el corazón abierto. La transferencia de energía sexual mediante una sexualidad sagrada/sacramental también ofrece todo un sistema para abrir esta puerta.

El buscador que trabaja a través de la puerta puede usar la energía inteligente en servicio a los demás de acuerdo con sus dones particulares, incluyendo la sanación, la enseñanza, la comunicación, la magia blanca y el trabajo para el Creador de formas que sean tanto equilibradas como radiantes.

Ra: El contacto con el rayo índigo [o el trabajo a través de la puerta] no necesita necesariamente manifestarse en algún don específico o señal evidente […]. Hay quienes poseen una energía índigo que es puro ser y nunca se manifiesta externamente, y sin embargo, todos son conscientes del progreso de tal entidad.

En última instancia, el adepto trabaja a través de la puerta como un medio de autodescubrimiento, desmantelando el velo, liberándose de la ilusión del yo separado, entrando en el momento presente eterno y convirtiéndose en el Creador.

Ra: El propósito de abrir este canal de manera cuidadosa y consciente es servir de una forma más confiable, de una manera más común o habitual, tal como lo percibe el complejo de distorsión del sanador. Para otros, pueden parecer milagros. Para aquel que ha abierto cuidadosamente la puerta a la inteligencia infinita, esto es ordinario; esto es común; esto es como debe ser. La experiencia de vida se transforma en cierta medida y la gran obra continúa.

La puerta está disponible para ambas polaridades, pero para aquellos de polaridad positiva, el vínculo metafísico del amor incondicional es la protección y la llave de acceso a la puerta de la inteligencia infinita.

Ra: En las experiencias de la búsqueda mística de la unidad, [los conceptos de espacio y tiempo] nunca necesitan ser considerados, pues no son más que parte de un sistema ilusorio. El buscador busca al Uno. Este Uno debe ser buscado, como hemos dicho, por el ser equilibrado y que se acepta a sí mismo, consciente tanto de sus aparentes distorsiones como de su perfección total.

Descansando en esta conciencia equilibrada, la entidad entonces se abre a sí misma al universo que es. La energía luminosa de todas las cosas puede entonces ser atraída por esta búsqueda intensa, y dondequiera que la búsqueda interior se encuentre con el prana cósmico atraído, ocurre la realización del Uno.

El propósito de limpiar cada centro de energía es permitir que ese punto de encuentro ocurra en la vibración del rayo índigo, haciendo así contacto con la inteligencia infinita y disolviendo todas las ilusiones. El servicio a los demás es automático con la energía liberada generada por este estado de conciencia.

Nota del Autor: Hacia el Vacío

Ra describe la puerta de entrada como estando al final de un “camino estrecho y angosto”. Dado que el ingreso de energía culmina en el rayo índigo, y como el índigo es la morada de la puerta, veo el camino angosto comenzando en el rayo rojo y ascendiendo en línea recta a través de cada centro hasta su punto final en el rayo índigo. (Ver la nota al final del apartado “Complejo del Espíritu” para más detalles sobre esta idea). Así, visualizo creativamente esta puerta como una entrada al final de ese corredor.

Conduciendo hasta la puerta hay un canal de doble sentido compuesto por el yo individual y sus memorias. Al abrir la puerta y mirar más allá de sus bordes, uno contempla lo sagrado, lo infinito y eterno—lo que podría parecer a los sentidos como un vacío negro, ya que la inteligencia infinita no posee cualidades identificables, nada que pueda “verse”, sin aspectos espaciales ni temporales, sin forma de convertirla en un objeto. Es pura consciencia. Es quietud y silencio perfectos. Y, sin embargo, de algún modo, a través de un proceso que no comprendo del todo, la lanzadera del espíritu se mueve a través de esta puerta, donde el yo individual termina y se extiende hacia ese todo-espacio infinito, aparentemente vacío de contenido, para acceder al yo infinito y su potencial, a la sanación y redención infinitas.

Aunque Ra recuerda que “no existe la nada” y que “pleno” en lugar de “vacío” sería un término más adecuado, ya que pleno transmite una plenitud infinita que está “llena de la gloria y el poder del Único Creador Infinito”.