Joshiah
2 de Febrero de 2003
Estamos agradecidos y esperamos con ilusión estas oportunidades de interactuar con ustedes. Y estamos, como siempre, bastante ansiosos por la oportunidad de aprender de cada uno de ustedes. Porque ustedes son, como hemos sugerido tantas veces antes, líderes en esta área de la creación, a pesar de que muchas veces sientan que no tienen el control o que no dirigen nada.
Ahora bien. Como siempre, existe para ustedes la oportunidad de involucrarse en lo que llamamos la comunicación silenciosa. Tienen la oportunidad, si así lo eligen, de participar en el intercambio telepático de información con otras entidades que están con nosotros esta tarde. Esa elección es suya.
Descubrirán, debido a la energía que han creado en este espacio sagrado, que si deciden cerrar los ojos y expresar la intención, se les hará muy fácil cambiar su conciencia y entrar en lo que llaman un estado meditativo, y durante ese estado interactuar con otras entidades e incluso con esa parte que llaman su ser superior, para conectar con esa Pieza del Uno que ustedes son, que es inseparable de ustedes y, sin embargo, tantas veces parece inaccesible desde su estado consciente. La elección es suya.
Sin embargo, los animamos a participar en esa comunicación silenciosa, porque muchas veces la información que reciben, aunque no tengan un recuerdo consciente de ella, es mucho más pertinente y mucho más precisa para sus necesidades individuales que la información que expresamos a través de nuestro amigo Elías. Y, además, muchas veces esa información llega a ustedes, mientras están en su estado consciente, en forma de sugerencias intuitivas, esas corazonadas y esos impulsos intuitivos que reciben como resultado de su expresión y de su deseo. Y como resultado de esa interacción ocurre, mientras están en ese estado meditativo, ese intercambio telepático de información. Así que, una vez más, los animamos, si lo eligen, a participar de esa manera.
Ahora, intentaremos esta tarde mantener nuestros comentarios dentro de los parámetros de las limitaciones de su sistema de grabación, ya que entendemos y somos muy conscientes de que muchas veces nos extendemos más allá del tiempo, o al menos nos acercamos mucho a hacerlo, y en este momento reconocemos que hay muchos otros que están esperando escuchar y leer la transcripción de nuestra interacción con ustedes en esta tarde, y trataremos de prestar atención al tiempo y de operar dentro de las limitaciones, una vez más, de su aparato de grabación.
Les hemos hablado, en las últimas interacciones, de los mensajes que traemos en cuanto a la posibilidad de probar cualquiera de las sugerencias o piezas de información que les expresamos. Y resulta bastante irónico que muchas de las cosas que consideran importantes mientras están en su estado consciente son cosas que no pueden probar científicamente.Hemos sugerido, por ejemplo, que ustedes crean esta realidad. Y no pueden probar eso científicamente. Irónicamente, tampoco pueden refutarlo. Ahora bien, ciertamente pueden encontrarse con individuos que harán todo lo posible por demostrar que ustedes no son responsables de su realidad, pero aparecen las excepciones y ellos simplemente las clasificarán como excepciones, o como milagros, o como fenómenos inexplicables. Pero, debido a que no pueden explicarlos, concluirán que no es un hecho científicamente comprobado y que no puede ser duplicado. Y así, cuando sugerimos que ustedes crean su realidad, es uno de esos ámbitos que no pueden probar científicamente.
Verán, la ironía de esto es que si pudieran probar científicamente que crean su realidad, entonces destruirían la ilusión en la que existen, la ilusión que eligieron establecer y en la que eligieron participar. Y si destruyen la ilusión, entonces todo este nivel vibracional en el que existen perdería su intensidad, perdería el propósito para el cual lo crearon. Y así, no pueden probar científicamente que crean su realidad, pero esa es su elección. Esa es su elección. Ustedes establecen las limitaciones. Ustedes establecen lo que llaman sus leyes de la física. Ustedes establecen lo que nosotros llamamos los acuerdos de conciencia común y los sistemas de creencias para la creación y el mantenimiento de este nivel vibracional en particular, de esta realidad, de esta ilusión en la que existen. Así que no pueden probarlo. Es su elección.
También sugerimos que ustedes son la Pieza del Uno, o una chispa de conciencia, si lo prefieren, o una Pieza de Dios, cualquiera que sea la terminología que deseen usar. Irónicamente, todas esas frases en particular no son completamente precisas, pero son lo mejor que podemos darles dentro de las limitaciones a las que nos referimos que surgen al usar un vocabulario. Y así, no pueden probar que son una Pieza de esa Unidad, o una Pieza de Dios, o que poseen esa chispa de conciencia que les permite —que de hecho es responsable de— la creación de su realidad. No pueden probar eso.
Y, sin embargo, sus científicos, aunque muchos de ellos sugerirían que no existe un ser superior, que no hay otra fuerza fuera de la simple coincidencia o quizá fuera del simple azar que tenga control sobre la creación de su realidad o de su participación en ella, también hay muchos científicos que sugerirían que, en efecto, existen fuerzas que ocurren más allá de su explicación. Entonces, saben que esos científicos no pueden probarlo, y sin embargo, en algún punto dentro de sus sistemas de creencias lo reconocen. En algún punto lo creen. En algún punto tienen fe en que hay algo más de lo que pueden probar científicamente en términos de lo que llamaríamos un nivel vibracional diferente, un concepto distinto del proceso de creación de la realidad más allá del azar, más allá de la coincidencia.
Así que eso no puede ser probado. Porque, una vez más, si pudieran probar científicamente que existe dentro de ustedes una chispa de conciencia que es responsable de la creación de la realidad que están experimentando, \[eso] anularía los propósitos de la ilusión. Anularía los propósitos de crear y existir en este nivel vibracional en su estado consciente.
También hemos sugerido que ustedes no pueden fracasar. No pueden dejar de, en algún momento, regresar a esa comprensión de quiénes y qué son en verdad, de alterar su conciencia a un nivel o a un estado, si lo desean, en el que tengan esa capacidad de comprender completamente quiénes y qué son en verdad y de comprender por completo el proceso de creación que emplean para crear su realidad. No puede probarse científicamente que exista vida después de la muerte, si lo desean, que ustedes continúan. Y, sin embargo, existen de hecho muchos individuos que les sugerirán que pueden tener todo tipo de recuerdos relacionados con otras vidas e incluso recuerdos de existir en lo que nosotros llamamos el entrevidas o el entre encarnaciones.
Hay muchísimos individuos que han experimentado lo que ustedes llaman una experiencia cercana a la muerte y han regresado a este estado de conciencia conservando la memoria de la participación y la interacción con otros durante esa experiencia, y aun así no puede probarse científicamente. Así que, muchas de las cosas que les sugerimos no pueden probarse científicamente.
Verán, podríamos darles información sobre temas que sí pueden probarse científicamente. Pero eso no es necesario. Pueden encontrar esa información en numerosas fuentes. Y eso no es lo que desean escuchar. No es por eso que nos piden venir, para decirles lo que pueden probar científicamente o lo que pueden encontrar en otras fuentes.
Somos una entidad que existe en otro nivel vibracional, y eso tampoco puede probarse científicamente. Verán, no venimos con la intención de darles pruebas de que existimos, o de que somos en verdad una entidad o una energía que existe fuera de su nivel vibracional. Esa es su elección: creer o no creer.
Solo hay un individuo que existe dentro de su nivel vibracional al que deseamos influir hasta el punto de que crea que existimos, y eso es para ayudar en los propósitos de esta transmisión, y ese es nuestro amigo Elías (el canal). Cuando comenzamos, tuvimos interacciones tanto en su estado consciente como en su estado subconsciente para convencerlo de nuestra existencia, y en ese momento fuimos bastante exitosos. Fuera de eso, no tenemos absolutamente ningún deseo de convencerlos. Es su elección creer, y es su elección interactuar con nosotros.
No venimos a intentar probarles que existimos. En absoluto. Ese no es nuestro propósito. Venimos porque ustedes expresan la intención y venimos a ofrecerles nuestro amor incondicional, nuestro apoyo incondicional. Pero no podemos ser probados científicamente porque, una vez más, si pudieran probar científicamente que existen otras entidades fuera de su nivel vibracional, destruirían la ilusión de este nivel vibracional y destruirían el propósito por el cual lo crearon. Y así, es su elección. Es su elección.
Ahora bien, hay muchas entidades que existen dentro de su nivel vibracional que, en distintos momentos de su existencia, si lo desean, dentro de este período encarnacional en particular y dentro de otros períodos encarnacionales, han experimentado ciertos fenómenos que los han dejado convencidos de que las tres verdades de las que hablamos en efecto existen. Aquellos individuos a los que nos referimos, que han experimentado una experiencia cercana a la muerte y han regresado a esta vida o a esta conciencia o a este período encarnacional, si lo desean, todos creen que hay mucho más de lo que experimentan en el estado consciente.
Ahora bien, eso no puede probarse científicamente, pero a ellos realmente no les importa. No cambiarán su percepción de quiénes son simplemente porque se les sugiera que no puede probarse científicamente. Y los científicos propondrán todo tipo de explicaciones para dar cuenta de los fenómenos que experimentaron. Pero no importa. Ellos ya no creen en los científicos. Los científicos no pueden explicar la experiencia fuera del cuerpo cuando esos individuos realmente perciben, recuerdan y tienen un recuerdo preciso de actividades que ocurrieron, no solo en sus alrededores inmediatos, sino en muchos casos a kilómetros y kilómetros de distancia de su entorno inmediato. Y para esos individuos que han tenido esa experiencia, una explicación o una prueba científica no es necesaria.
También existen individuos dentro de su período encarnacional que han logrado lo que nosotros llamamos mantener dentro de su \[conciencia] la comprensión de quiénes y qué son. Han tenido vislumbres, ya sea en estado meditativo o en su estado consciente. En cualquier caso, han conservado la memoria de esa interacción y de esa conexión con esa Pieza del Uno que son. Aunque no pueda probarse científicamente, a ellos realmente no les importa.
Porque verán, hay otro fenómeno que ocurre cuando un individuo llega a esas conclusiones, cuando lo tiene como una creencia absoluta y ha logrado esa conexión, esa comprensión, con su ser superior o, si lo prefieren, con esa Pieza del Uno que son, de quiénes y qué son en verdad. Ya no les importa la prueba científica porque trascienden esa limitación. Creen. Creen porque realmente lo han experimentado y no les importa si alguien más les cree o no.
Y hay individuos que están volviéndose bastante hábiles en crear su realidad. Al menos, si no en crear la realidad que desean, están empezando a comprender el proceso de creación de la realidad y a aceptar la responsabilidad por la realidad que experimentan, lo cual es el primer paso en esta transformación hacia esta nueva era y hacia esta nueva energía, con el fin de desarrollar y crear sus propios métodos y técnicas para el proceso de creación de la realidad. Y esos individuos están comenzando a captar el concepto de este proceso de creación de la realidad, a comprender que sí crean su realidad. Aunque no estén necesariamente del todo en control de ella, no importa. Lo que importa es que comprenden. Ese es el primer paso.
Y para ellos tampoco puede probarse científicamente, pero realmente no les importa. Crean experiencias en sus actividades cotidianas que saben con absoluta certeza que surgen de sus sistemas de creencias y de sus deseos, de sus actitudes y de su imaginación. Y esperan tener esa creación. Y no les importa en lo más mínimo si se puede probar científicamente o no. Lo hacen de todas formas.
Así que los mensajes que les traemos, en su mayor parte, no pueden probarse científicamente, pero eso no los hace menos reales. Verán, ustedes existen en una realidad ilusoria y, irónicamente, las cosas en particular, si lo desean, los conceptos o ideas que sí pueden probarse científicamente son las que pueden cambiar.
Es bastante irónico, es una paradoja, que aquello que se puede probar científicamente pueda cambiar. Muchas de las cosas que no pueden probarse científicamente son los absolutos que no pueden cambiar. Ustedes crean su realidad. Son una Pieza del Uno, la chispa de conciencia que es responsable de esa creación de la realidad. Y no pueden fracasar. Todos los demás llamados acontecimientos o circunstancias científicamente comprobables dentro de su nivel vibracional pueden cambiar.
Y si observan hacia atrás en su historia registrada, encontrarán muchas circunstancias, muchos sucesos, en los que lo que alguna vez estuvo científicamente comprobado resultó no ser tan científicamente comprobable después de todo. Y, de hecho, cambió. Y las opiniones de su comunidad científica han cambiado en torno a varios eventos y circunstancias en su realidad. ¿Significa eso que estaban equivocados desde el principio? Absolutamente no. Lo que significa es que su conciencia humana cambió su sistema de creencias. Ya sea su conciencia humana, o los sistemas de creencias de su conciencia social, o el sistema de creencias individual cambió.
Y aunque son los sistemas de creencias de su conciencia humana los que controlan muchas de las ideas de la comunidad científica en cuanto a sus leyes físicas, son los sistemas de creencias individuales los que encienden el cambio. Es el individuo que tiene un sistema de creencias, un concepto de una idea, quien cambia su creencia y decide: “Bueno, no tiene que ser de esa manera, quizá podamos hacerlo de esta otra forma.” Y entonces esa creencia empieza a difundirse entre otros individuos.
Verán, ustedes interactúan con otros en sus estados alterados de conciencia. Lo que creen se manifiesta mientras están en sus estados de sueño y en su estado alterado de conciencia, y sus pensamientos y sentimientos quedan expuestos ahí, si lo desean, en exhibición para que cualquiera pueda acceder a ellos, si así lo quiere. Y en su estado alterado de conciencia expresan ese sistema de creencias, esa nueva idea, si lo desean, y puede difundirse. Puede haber otros que tomen ese sistema de creencias y traten de incorporarlo en su nivel vibracional y en su realidad en ese período encarnacional particular en el que existen.
Los sistemas de creencias se difunden no solo a lo largo de este período encarnacional en particular en toda su llamada atmósfera mundial, sino que también trascienden las limitaciones de su período encarnacional y pueden expresarse en otros períodos encarnacionales. Ustedes existen en el ahora, y ese nuevo concepto particular de existencia que sostienen puede también estar siendo sostenido y expresado en otro nivel vibracional o en otro período encarnacional, si lo desean, ya sea en lo que llaman su pasado o su futuro. No importa. Ustedes existen en el ahora.
Y así, muchos de esos llamados cambios en los sistemas de creencias científicas que han ocurrido a lo largo de sus períodos encarnacionales, a lo largo de su marco de tiempo lineal, si lo desean, no ocurrieron necesariamente porque los científicos estuvieran equivocados, sino más bien porque ustedes en realidad han cambiado su nivel vibracional. Han cambiado el mundo particular en el que existen al cambiar sus sistemas de creencias. Y la prueba científica ya no es válida en la nueva realidad que están creando.
Y así, una vez más, resulta bastante irónico que las cosas más fáciles de cambiar sean, muchas veces, aquellas que pueden probarse científicamente. Las que no pueden cambiar son los sistemas de creencias que llevan dentro de ustedes, que trajeron a este nivel vibracional y que son responsables de la creación y el mantenimiento de esta realidad ilusoria en la que existen.
También les hemos hablado recientemente de las técnicas supremas en este proceso de creación de la realidad. Y esa es, una vez más, amarse a ustedes mismos. Continuamente regresamos a la técnica clave, la técnica y método supremo para su creación de la realidad, y esa es amarse a ustedes mismos.
Parece una frase tan sencilla, ¿verdad? Y la hemos sugerido tantas veces, y la escuchan tantas veces, que casi la dan por sentada. ¡Ámate a ti mismo! “Bueno, sí, ya he escuchado eso antes. Sé cómo amarme a mí mismo.” Y sí lo saben. Irónicamente, dentro de cada uno de ustedes, crean su realidad desde una posición de amor, de amor absoluto e incondicional. Esa es la única manera en que pueden crear. Esa es la única manera de crear en todos los niveles vibracionales, en toda la creación. Solo pueden crear desde una posición de amor. ¿Y saben amar? Absolutamente.
Muchos eligen ocultarse de ese hecho. Eligen ocultarse de ello con el propósito de perpetuar y validar esta realidad ilusoria. Eso les permite culpar a alguien más de esta creación. Les permite entrar en áreas de autocompasión, si lo desean, en áreas de depresión y en el síndrome del “pobre de mí”. No pueden hacer eso si se aman a sí mismos y no pueden hacerlo si aceptan la responsabilidad por su nivel vibracional y por su realidad. No pueden hacerlo cuando se dan cuenta de que esta es una realidad ilusoria y pueden alterarla, y la crean y son responsables de ella. Cada segundo de ella, no solo una parte.
Y así, es mucho más fácil no aceptar esa responsabilidad cuando encuentran partes de ustedes mismos que pueden sugerir, mientras están en el estado consciente, que no aman. Es mucho más fácil culpar a alguien más que decirse a sí mismos que ustedes son responsables. Por eso, aprendan a amarse a sí mismos.
Ahora bien, pueden hacerlo de inmediato. No necesitan tomarse tiempo para hacerlo. Absolutamente no. Pero ustedes, como individuos y como conciencia humana, han establecido este ilusorio marco lineal de tiempo y espacio para validar su realidad. Y así, ustedes, una vez más como conciencia humana, han acordado que tomaría tiempo cambiar.
Ahora bien, existen, por supuesto, excepciones a esas pautas particulares que ustedes han establecido. Por ejemplo, cuando alguien experimenta una experiencia cercana a la muerte y regresa de esa experiencia, puede ser, y muchas veces lo es, una experiencia que cambia la vida y ocurre de manera instantánea.
Muchos individuos pueden entrar en un estado meditativo y tener una experiencia similar, y también puede ser una experiencia que transforma la vida. Pero, en la mayoría de los casos, cuando ustedes, como individuos, toman la decisión de comenzar a amarse a sí mismos, toma tiempo. Toma tiempo debido a su elección de creer en y decidir operar dentro de ese marco lineal de tiempo.
Y así, ustedes establecen métodos y técnicas para comenzar este proceso de amarse a sí mismos. Y no tenemos la costumbre de darles métodos y técnicas, sin embargo, les sugeriríamos, como lo hemos hecho en el pasado, que comiencen a amarse a sí mismos, antes que nada, reconociendo y siendo honestos consigo mismos acerca de cuáles son sus principios. Amando todas esas partes de quiénes y qué son, incluso aquellas que no les agradan.
Comienzan estableciendo sus principios y siendo honestos consigo mismos. No solo estableciendo los principios que creen que son los que desean, sino también estableciendo los principios que saben que existen dentro de ustedes y con los que tienen dificultad para eliminarlos. Los exponen todos, y luego los refuerzan o los cambian.
A medida que exploran sus principios y llegan a uno que reconocen como menos deseable, entonces lo cambian. Pero, ante todo, deben reconocerlo. Y, antes que nada, deben aceptarlo. Y, en primer lugar, deben amarlo. Ámense a sí mismos. Y si no les gusta el principio tal como es, entonces cámbienlo. Y si sí les gusta, entonces refuércenlo.
Luego comiencen a vivir según esos principios. Muchas veces los individuos se involucran en este proceso y, tan pronto como se enfrentan a dificultades o reconocen que han estado en una situación en la que no han aplicado los principios que desean tener, sino que más bien han recaído en la aplicación de principios de los que no están tan orgullosos, entonces sienten que han fracasado. Y empiezan a creer que son fracasados. Y perpetúan el fracaso, y caen en la desesperanza y en sentimientos de depresión.
Bueno, les sugerimos que, cuando reconozcan que han tenido una caída en sus principios, la solución no es sentirse abatidos ni castigarse a sí mismos, sino reconocer con honestidad que ustedes, mientras están en su estado consciente, son individuos que han hecho la elección de actuar desde una posición de no comprender quiénes y qué son en realidad, y perdonarse. Y amarse. Y reconocer que ustedes, mientras están en su estado consciente, han elegido, han tomado la decisión de participar en esas llamadas deficiencias, y aun así amarse.
Acepten que así es, y si no les gusta, cámbienlo. Pero no lo cambien desde una posición de sentirse fracasados, sino más bien desde la posición de reconocer que tienen la capacidad de cambiar y de ser un individuo al que ustedes aman conscientemente.
A medida que aplicas tus principios, fortaleces tu carácter. Y cuanto más aplicas tus principios, más fácil es amarte a ti mismo. Y de hecho ocurre un fenómeno muy real: cuando te amas a ti mismo, comienzas a tener la capacidad de amar a otros. Verás, no puedes amar a otro si no te amas a ti mismo. Simplemente no es posible. ¿Cómo podrías dar a alguien más algo que no tienes para dar en primer lugar?
Cuando te amas a ti mismo, comienzas a amar espontáneamente a los demás, y descubrirás que ese amor será correspondido. Cuando te amas a ti mismo, empiezas a mantener dentro de tu conciencia los sentimientos de merecimiento. Empiezas a mantener dentro de tu conciencia los sentimientos de autoestima. Y comienzas a crear las realidades que deseas. Así que ámate. “Ámate a ti mismo” es la clave de este proceso consciente de creación de la realidad.
Tú, una vez más, creas tu realidad, lo creas o no. No puedes escapar de ello. La ironía es que, ya sea que existas en una realidad deseable o en una menos deseable, requiere el mismo esfuerzo. La diferencia está solo en el sistema de creencias. Los individuos que existen en lo que tú llamas y percibes como una realidad deseable, que quizás envidies, están creando esa realidad exactamente con las mismas materias primas con las que tú creas la tuya. Ellos no poseen dones especiales que no estén disponibles para cada individuo que participa en este proceso de creación de la realidad en este nivel vibracional. Absolutamente no.
Tú eres una Pieza del Uno, si lo deseas, eres una chispa de conciencia, ni más ni menos que cualquier otra chispa de conciencia que existe no solo en tu nivel vibracional, sino en todos los demás niveles vibracionales en toda la creación. La realidad que experimentas en tu estado consciente es resultado de las creencias que sostienes. Y cuando mantienes la creencia de que eres un fracaso, cuando mantienes la creencia de que no eres digno, cuando mantienes la creencia de que nadie te ama, entonces creas la realidad que respalda esa creencia. Y el resultado son entidades que se ven envueltas en depresión o desánimo.
La solución es comenzar a alterar tu percepción de quién y qué eres en realidad; llevar a tu conciencia esa comprensión del amor propio; darte a ti mismo, no con el propósito de cumplir alguna condición, sino con el propósito de experimentar gozo, seguridad, confianza; ser honesto contigo mismo; soñar las cosas necesarias para ti a fin de crear esos sueños que están asociados con el amor. Pues el amor, una vez más, es un estado de ser y un estado de hacer. Cuando te amas a ti mismo, entras en el hacer para ti mismo. Cuando amas a otros, simplemente extiendes ese hacer hacia afuera, hacia el otro, y ellos devolverán el amor. Pero primero debes amarte a ti mismo. “Ámate a ti mismo” es la clave.
Verás, tú creas esta realidad, absolutamente, y lo haces desde una posición de amor. Eso es un hecho. No puedes esconderte de ello. Puede que en tu estado consciente no sientas, expreses o experimentes ese amor, esa es tu elección, pero también puedes alterar eso. De cualquier manera, creas esta realidad desde una posición de amor.
Es como emprender un viaje—y dudamos en usar analogías porque tantas veces suelen dar lugar a malas interpretaciones de lo que en verdad queremos transmitirte, pero aun así—crear tu realidad es como emprender un viaje. Este viaje es hacia un área de tu universo que se crea a través de tus sistemas de creencias. Y así, lo que crees dará forma al área sobre la cual viajarás. Ahora bien, para facilitar este viaje tienes pensamientos y sentimientos, y tus pensamientos y sentimientos cumplen un papel en este trayecto en el que estás a punto de embarcarte. Y entonces trazas una ruta, y la ruta que trazas está basada en tus elecciones y decisiones.
De modo que tienes estos pensamientos y sentimientos que establecen tu mapa de ruta, si lo deseas, y tus elecciones y decisiones determinan el camino que recorrerás. Y tu destino está determinado por tu deseo. Tu imaginación es el vehículo que te ayudará en el viaje, el que hará el transporte por ti. Tu imaginación te permitirá conducir a lo largo de la ruta establecida por tus elecciones y decisiones mientras viajas por este universo que has creado a través de tus sistemas de creencias. Y el combustible de tu vehículo es tu expectativa.
Verás, harás el viaje. De hecho, crearás la realidad, absolutamente. Pero sin deseo, tu destino será uno que eliges por defecto en lugar de por elección consciente. Sin imaginación, no tendrás el vehículo que te transportará a tu destino, a tu deseo. Y si en realidad no esperas llegar allí, si no tienes la expectativa que alimente tu vehículo, entonces no importa cuánto desees o cuánto imagines. Si en verdad no esperas llegar, una vez más crearás por defecto, y viajarás en este sistema de creencias de manera desordenada, a partir de elecciones y decisiones tomadas sin sentir o creer que tienes el control.
Y tus pensamientos y sentimientos que experimentas en tus actividades cotidianas serán un reflejo de esa falta de dirección, de esa falta de sistema de creencias, de esa falta de elecciones y decisiones precisas basadas en ese destino que es tu deseo; y en esa imaginación que es tu vehículo; y en esa expectativa que lo alimenta todo.
Harás el viaje. Esa es tu elección. Si deseas andar en círculos, esa también es tu elección. Si deseas viajar a pie y experimentar todo tipo de dificultades, esa también es tu elección. Si deseas creer que no tienes control sobre el destino, esa también es tu elección. Pero ya has elegido involucrarte en el viaje. Cómo llegues, a dónde vayas y la forma de transporte, es tu elección. Puedes tener una ruta tan directa como desees, o puedes tomar elecciones y decisiones que te den todo tipo de desvíos. Esa es tu elección. Pero ya has tomado la decisión de estar involucrado en el viaje.
Participar y continuar en ese viaje también es tu elección. Puedes terminarlo en cualquier momento que desees. Esa también es tu elección. Y no nos referimos a “terminarlo” necesariamente finalizando este período encarnacional. Absolutamente no. Pues verás, incluso cuando termines este período encarnacional no necesariamente dejas este nivel vibracional. Una vez más, esa es tu elección. Sin embargo, sí entras en un estado en el que es mucho más fácil para ti ponerte en contacto con quién y qué eres realmente, y en ese momento puedes o no decidir reencarnar. Esa es tu elección.
Tú creas esta realidad. Estás involucrado en este nivel vibracional a través de tus elecciones, tus creencias. Y solo puedes crearlo desde una posición de amor. Estás entrando en lo que hemos denominado una nueva era y una nueva energía donde habrá nuevas reglas para este proceso de creación, donde tendrás la capacidad de crearlo conscientemente, donde tendrás la capacidad de desarrollar los métodos y técnicas que te permitan tomar las elecciones y decisiones para la mayoría de los sistemas de creencias que llegan a tu conciencia, de modo que puedas alterar tu realidad conscientemente. La elección es tuya.
Si no crees que eres digno, si no crees que tienes merecimiento, entonces primero trabaja en amarte a ti mismo. Pon los pasos en orden, si lo deseas. Porque solo puedes crear conscientemente desde una posición de amor. Para tener éxito en la creación consciente primero debes tener éxito en el amor consciente a ti mismo y en la capacidad de amar a los demás. Y con ese amor consciente a ti mismo vendrá la capacidad de sentir que eres merecedor, de sentir que eres digno de tener lo que sea que desees. La elección es tuya.
Tú creas tu realidad, no puedes fracasar, y eres una Pieza del Uno. Esas son las tres cosas que no puedes cambiar. El resto está abierto, y comienzas a alterarlo amándote conscientemente a ti mismo. Empiezas a crear la realidad que deseas tener creyendo que eres digno de esa realidad, presentándote a ti mismo, y luego a los demás, un carácter que tú, que tú, crees digno de tener esa realidad que deseas crear.
Ahora. Haríamos una pausa por un momento o dos y, si tienes alguna pregunta, estaríamos dispuestos a regresar e intentar responderlas para ti. Y te recordamos que mientras estamos en nuestro intermedio, o en cualquier otro momento, en realidad, no estamos separados por tiempo o espacio sino por un nivel vibracional, y si eliges interactuar con nosotros, basta con que expreses la intención. Descubrirás que si expresas esa intención y cierras los ojos, entonces tendrás asistencia para alterar tu conciencia y participar en esa interacción. Damos la bienvenida y estamos agradecidos por esas oportunidades.
Y ahora te dejaremos por un momento o dos, y regresaremos si lo deseas, con amor y con paz.